PISO EN SANTO DOMINGO DE LA CALZADA

Durante algunos años estuvimos buscando con César y María una vivienda para reformar. Vimos todo tipo de opciones hasta que María encontró este piso en esquina, amplio y muy luminoso. Sin embargo, el espacio estaba plagado de tabiques y muebles viejos acumulados a lo largo de toda una vida. Su idea era darle otro aire al piso y hacerles hueco a los pequeños de la casa: primero Carmen y, en mitad del proceso, Gonzalo.

Sin variar la ubicación de baños y cocina, cambiamos el piso por completo: unimos espacios, ampliamos el salón y la cocina separados solo por un cierre de vidrio y metal, redujimos el pasillo moviendo una puerta y transformamos el dormitorio principal en una suite con baño, frente de armario y vestidor incluidos.

Pero la imagen más potente del proyecto la conseguimos con otros dos elementos. En primer lugar, dispusimos una gran caja central blanca que recorre toda la casa desde la cocina hasta el dormitorio principal la cual está repleta de armarios para ganar espacio de almacenamiento. En segundo lugar, proyectamos un techo desmontable de lamas de madera de roble en la entrada que esconde las instalaciones y da un contrapunto cálido a la casa.

Todo ello, escondiendo una rehabilitación energética en la que trasdosamos con aislamiento extra en fachadas y cubiertas, e incorporamos instalaciones para el confort térmico de la máxima eficiencia energética.

Casi sin mover nada, pero tocándolo todo, multiplicamos el espacio de la vivienda y le dimos una imagen propia que, con el buen gusto de María, se convirtió en un auténtico hogar para los cuatro integrantes de esta familia.